Centro de la Cultura Escuelas Nuevas

Bienvenidos y bienvenidas al Centro de la Cultura Escuelas Nuevas. Tiene el honor de acompañarlos en esta visita un servidor, mi nombre es Francisco Antonio de Elorza. Fui uno de los pioneros en la industria siderúrgica de la España del siglo XIX. Dirigí las fábricas de Marbella y de este hermoso pueblo en el que nos encontramos, El Pedroso.

Este punto en el que nos encontramos, el Centro Cultural fue antaño un importante castillo musulmán, dada la altura y estratégica situación del enclave. Este edificio fue construido para ser colegio en los años 30 y se inauguró para el curso 1934/1935. Por aquel entonces todavía se separaban niños y niñas en la enseñanza por lo que el lugar constaba de dos puertas y dos plantas. En la planta de arriba estudiaban los niños y abajo las niñas. Por suerte, todo ha cambiado y disfrutamos de mayor igualdad.

Aunque para ustedes el lugar sea antiguo, en su momento naturalmente le llamaron Escuelas Nuevas, y aunque nos resulte extraño aún es el nombre por el que llamamos a este sitio tan especial, le llamaron así por ser el primer colegio de este pueblo. Pues, quizá, siempre conserve parte de esa frescura inicial que nunca se pierde. El arquitecto de esta obra fue D. Aurelio Gómez Millán, cuñado del mismo Aníbal González, fundador de la Plaza de España de Sevilla. No se descarta que el estudio del edificio fuera obra de éste, dada la relación familiar existente.

Pero ya han pasado muchos años… Y la escuela se ha convertido ahora en el eje cultural de El Pedroso, albergando un bellísimo museo donde se guarda y transmite la historia de de la minería en la cual este pueblo tuvo una situación privilegiada, humildad a parte gracias a un servidor (se ríe pícaramente). Y por otro lado también se ha dedicado el museo a la historia de la escritura, en homenaje al colegio que una vez fue. Y también por su puesto se ha dedicado una sala entera al fundador de la enormísima editorial Planeta, hijo predilecto de El Pedroso, José Manuel Lara Hernández.

Cómo verán, cultura, patrimonio e historia se dan la mano en este templo único del saber y piedra angular de nuestro querido pueblo. Pero, basta de palabras, entren, por favor, y descúbranlo por ustedes mismos.

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Acompáñame adentro por las escaleras

Las escaleras de acceso al museo como podemos ver, son de granito, piedra abundante en la zona al encontrarnos en zona de batolito. Por si no lo sabían los batolitos provienen de una masa de roca eruptiva de grandes dimensiones, consolidada en la corteza terrestre a gran profundidad. Pero, bueno esto no es una clase de geología, discúlpenme. En El Pedroso han existido canteras de granito hasta hace unos 20 años y una bonita profesión como era la de los picapedreros. Siendo junto a la minería otro de los puntos importantes de la economía en El Pedroso.

Galería Gertrudis Gómez de Avellaneda

Este pasillo se rinde reconocimiento Galería Gertrudis Gómez de Avellaneda, brillante escritora del romanticismo y descendiente de El Pedroso. Su abuela, Doña María Gil de Taboada, nacida en El Pedroso, contrajo matrimonio aquí con Don Manuel Gómez de Avellaneda, quien fuera entonces regidor de la Villa de El Pedroso. Gertrudis fue también la primera entre los escritores de su época en declarase contra la esclavitud, acción que la lleva a ser precursora de los derechos de la mujer y la lucha contra la descriminación social. ¿Es para estar orgulloso o no?

Mi sala: la sala Ingeniero Elorza

¡Por fin han llegado! ¿Les suena el nombre de esta sala? ¡Así es! Aquí las buenas gentes de El Pedroso me rinden honor a mí, Francisco Antonio de Elorza y Aguirre. En este pueblo asumí la dirección técnica de la industria siderúrgica en el S. XIX y aquí se relata la gran importancia que tuvo la minería desde sus orígenes romanos hasta vuestro pasado reciente.

Sala Ingeniero Elorza: la Pizarra

La sala es una reproducción de un aula en tiempos de la República. Tal como eran cuando se construyó el colegio. Al final de la clase, sobre la pizarra aparecen enmarcados a modo de libro gigante cada uno de los gobernantes de España mientras el edificio fue colegio, estos fueron por supuesto, Niceto Alcalá Zamora, Manuel Azaña, Francisco Franco y el rey Juan Carlos I. También se recrea en la sala los antiguos pupitres en madera que se aprovecha su interior para difundir rasgos de nuestra historia.

Sala Ingeniero Elorza: Piedra Porrilla

¡Mirad! Aquí podemos ver un batolito, de los que hablamos anteriormente. Los pedroseños y pedroseñas lo conocen como “piedra porrilla”. No me preguntéis por qué. Tiene la composición característica del granito formado por cuarzo, feldespato, ortosa y mica. Muchas construcciones importantes de este pueblo se construyen con este tipo de piedra,como la Cruz del Humilladero,los pies de las farolas o las  típicas pilas de agua que se pueden encontrar en algunas de nuestras calles.

Sala Ingeniero Elorza: Mulva-Munigua

Toda la zona geográfica de El Pedroso se empezó a explotar para sustraer el mineral del cobre a principios de la Era Romana, en la ciudad de Mulva-Munigua, cuyas ruinas se encuentran en la comarca de Villanueva del Río-Minas. Más adelante comenzaron a sacar también hierro de las minas pedroseñas.

Sala Ingeniero Elorza: historia de los altos hornos

A lo largo de este panel se cuenta con detalle la historia de los altos hornos de El Pedroso.

 

En 1817 se pone en marcha una empresa minero-metalúrgica, la Compañía de Minas de El Pedroso. Estaba formada por 12 socios de Sevilla y Cádiz que invirtieron su dinero para fabricar hierro en las minas. Catorce años desde el comienzo de la actividad las minas no resultaban rentables y tenían grandes pérdidas. Por la inexperiencia y el desconocimiento que estas personas tenían en el mundo de la siderurgia. Así que decidieron contratarme a mí, Francisco Antonio de Elorza que entonces era ya ingeniero de renombre y con mucha experiencia en explotaciones siderúrgicas. Gracias al tiempo que residí en el extranjero pude adquirir esos conocimientos mucho más modernos y efectivos.

 

Yo procedía del norte de España y reestructuré todo el sistema, ampliando las instalaciones y dando lugar a la etapa más brillante de las minas pedroseñas. De nuevo, humildad a parte. También compré nuevos terrenos y fui el encargado de instaurar una suerte de ciudad con guarderías, jardines, maquinaria, carreteras para los casi 500 trabajadores que vivían de mi empresa. trayendo incluso mano de obra extranjera muy cualificada.

 

A partir de 1841 la Fábrica de hierros de El Pedroso recibió numerosos premios en nuestro país y en el extranjero en ciudades como París, Viena, Londres o  Filadelfia. Llegó a alcanzar tal importancia que grandes obras como son la Torre Eiffel y la Grúa del Puerto de Sevilla, el puente de Isabel II (conocido como el puente de Triana) y las rejas de la Universidad de geografía e historia de Sevilla (antigua fábrica de tabacos) se construyeron  con hierro de las minas de El Pedroso.

 

Entonces, en 1844 la fábrica entró en su primera crisis debido a la falta de medios de transporte como el ferrocarril y a que el carbón procedente del norte tenía mucha competitividad en el precio y empezamos a no poder permitirnos comprarlo. En este fatídico año me vi obligado a abandonar la fábrica de El Pedroso y marcharme a Asturias donde otro proyecto me esperaba. Abandoné la fábrica de El Pedroso y en 1850 la fábrica entró en bancarrota.

 

Sin embargo, más tarde, en 1874 llegó al pueblo la primera línea de ferrocarril cubriendo la línea Sevilla-Mérida impulsando con ella de nuevo la actividad. Incluso en 1882 la fábrica lanzó un nuevo producto llamado “Limas de El Pedroso” cuya calidad en el acero alcanzó una gran fama en los mercados nacionales e internacionales.

 

Pero no es hasta diez años después en 1884 cuando el tren tiene su apeadero en la fábrica de El Pedroso por lo cual el problema seguía existiendo y cuando  llega es demasiado tarde.

 

La emocionante historia de esta fábrica llega a su final en 1922 cuando el ingeniero César Serrano intenta reflotar la vieja instalación siderúrgica sin éxito. La Fábrica de Hierros de El Pedroso nunca más volvería a encender sus altos hornos. Pero su historia, como tantas otras, llena de éxitos y vicisitudes siempre quedará en la huella del patrimonio de este pueblo nuestro.

Sala Ingeniero Elorza: ventanas

Sobre estas cortinas de papel se proyecta un antiguo documento de mis tiempos en el que se reflejan los nombres de las antiguas minas de la zona. Un poco más abajo podéis ver una panorámica de El Pedroso y viejas fotografías de las excavaciones. ¡Qué recuerdos!

Sala Ingeniero Elorza: los pupitres

Observad ahora bien los pupitres, donde antaño se guardaran cuadernos y lápices ahora se conservan como en un museo atemporal, piezas del patrimonio histórico de la minería de El Pedroso. Podemos ver las escorias que se obtenían al fundir el hierro, así como los minerales más importantes de donde obteníamos el hierro, magnetita, oligistos hematites y piritas se pueden observar en este sala  y casi puedo oler el vapor de la fábrica…

 

También en otro de los pupitres podemos contemplar los primeros contratos que se firmaron en España para proteger a los trabajadores de una fábrica de hierro. Los hice yo mismo, Francisco de Elorza, con el fin de que mis empleados tuvieran una vida segura y digna en esta difícil industria. Eran labores muy sacrificadas y no convenía trabajar aquí durante mucho tiempo, por lo que los contratos eran por un máximo de cinco años. Mi compañía por supuesto facilitaba todos los medios de transporte y alojamiento a estos trabajadores y sus familias.

 

Mirad, en aquel otro pupitre se hallan algunas de las limas que producíamos en la fábrica y que se hicieron famosas internacionalmente por la calidad del hierro con el que se construían y cuya venta ayudaría a la economía de este pueblo en tiempo de crisis.

En el último pupitre se conservan los picos utilizados y fabricados con hierro de nuestras minas para excavar y trocear la piedra de granito, trabajo efectuado a mano por los picapedreros de El Pedroso personas cualificadas en este oficio tan laborioso.

 

Por otra parte, se ha reservado parte de esta exhibición a exponer elementos de mucho antes de vuestra era, ¡e incluso de la mía!, hablamos de la prehistoria, cuando realmente comienza la apasionante historia de la minería. Podemos ver moldes muy primitivos usados para elaborar las primeras herramientas con metal fundido, así como armas y otros útiles de la vida prehistórica. Mirad estos materiales pertenecientes al período Neolítico y Calcolítico que se han encontrado en nuestro término, y estos otros de la época romana. Cuando yo trabajaba y vivía aquí también los vi, así que ahora estamos unidos por la visión de estos vestigios del pasado de nuestra especie. Es para maravillarse, desde luego.

Te indroduzco el Museo de la Escritura

Verba volant, scripta manent” Las palabras vuelan, los escritos permanecen. La historia de la escritura es la historia de la batalla de la humanidad contra el tiempo. Cuando los seres humanos descubrieron que podían conservar mensajes e información en el mundo material imperecedero iniciaron sin saberlo el viaje más importante de la historia. Lo que se piensa, puede olvidarse, lo que se dice puede desoirse pero lo escrito todo lo sobrevive.

 

Acompañadme en esta aventura por el tiempo, ya que en la siguiente sala se narra la increíble historia del origen de la Escritura.

Museo de la Escritura: el nacimiento de la escritura

El comienzo de esta historia, como el de la propia civilización, se encuentra en la gran Mesopotamia. Tierra fértil entre los ríos Eufrates y Tigris donde tantos pueblos comenzaron la evolución social que nos ha llevado a dónde estamos hoy en día.

 

Los primeros mesopotámicos comenzaron a escribir en tablillas de barro con un tallo vegetal en forma de cuña, siendo los primeros en inventar un sistema para dejar por escrito lo que ellos creían importante. Hablamos de la escritura cuneiforme. Tenían un sistema de 700 signos en los que reflejaban conceptos como épocas de siembra, cuando parían los animales, cuando negociaban con otros pueblos, etc.

 

Posteriormente la civilización egipcia también ideó un sistema de escritura que seguro todos conocéis: los jeroglíficos. Estos símbolos escritos con tintas de colores de origen animal y mineral podían representar entre 700 y 6000 conceptos diferentes. A menudo los podemos encontrar pintados en paredes, templos y pirámides; aunque también inventaron el primer tipo de papel: el papiro.

 

En el siglo II antes de cristo, otro pueblo muy avanzado da un paso más y crea el primer alfabeto consonántico formado por 22 letras, estos son los fenicios. Este primer alfabeto formado solo por consonantes,  no tiene nada que ver con el nuestro actual pero sí su sistema de escritura del cual, además, proceden las escrituras china, árabe y romana. Los griegos, más adelante introducen las vocales a los alfabetos, acercando estos más todavía a los que conocemos hoy, creando así el alfabeto completo.

 

Por último, ¿cómo no?, los romanos fueron implantando el latín por todo el territorio europeo, unificando y universalizando el idioma y la escritura. De hecho, como sabréis, todas las actuales lenguas romances son variaciones del mismo origen latino. Francés, italiano, rumano, portugués y por supuesto el Español provienen del latín, así como todas las lenguas que se hablan en España a excepción del euskera, que es una lengua prerromana.

 

Debemos, también destacar, la escritura Paleo-ibérica, mucho anterior a la romanización de nuestra península. Podemos datar su inicio sobre el siglo séptimo antes de cristo cuando los pueblos ibéricos se dividían en dos grandes grupos: meridionales y noroccidentales. De donde proviene la escritura de los tartessos, que utilizaban para su escritura unas grandes piedras llamadas “estelas“, escribiendo en forma de caracol y estando aún sin descifrar.

En el expositor que se encuentra bajo la ventana, se guardan reliquias y ejemplos de esta larga historia: Estos son, de izquierda a derecha, tablillas de barro utilizado por los mesopotámicos, tallo de bambú con el que escribían en las tablillas, papel fabricado a partir de fibra de lino, piedra de pizarra y un pizarrín, ejemplos de diferentes recursos de los cuales se sacaban las tintas como cañailla para el color púrpura, hollín para el color negro, agallas de roble para los colores negro y azul, mineral del cinabrio para el naranja y el rojo. Y para terminar, algunos ejemplos que sí os sonarán, como bolígrafos y pendrives. Y es que esta historia todavía se sigue escribiendo, cada día con cada nueva tecnología. Y vosotros y vosotras sois parte de ella.

Museo de la Escritura: de la tablilla al rollo

Veamos lo que hay en el expositor detalladamente:

 

La Tablilla de barro mesopotámica: Como hemos comentado, los primeros escritos de la humanidad no fueron sobre papel sino sobre barro y arcilla. Con la ayuda del estilete, que es el fino utensilio que aquí vemos, se hacían marcas sobre los ladrillos frescos que al secarse protegían lo escrito del paso del tiempo. Con la parte de arriba del estilete rasgaban sobre el ladrillo cuando se equivocaban para volver a escribir, ¡exactamente como nuestros lápices modernos con sus pequeñas gomas adheridas al final! Sobre tablillas de madera untadas con cera de abejas se escribía con el estilete, usando la parte trasera para borrar lo escrito y dejando la página en blanco para volver a escribir sobre ella.

 

Rollo de piedra grabado y caparazón de tortuga: Con el tiempo se abandona el barro al inventarse un medio más cómodo para dejar escrito lo que se piensa, el papiro egipcio o el primer papel. Este era más fácil de transportar y menos frágil. Imaginad llevar todas vuestras anotaciones en un trozo de barro y que se os caiga al suelo haciéndose añicos… No es plato de buen gusto, desde luego. Estos papiros solían medir además entre 6 y 10 metros, dependiendo del molde que se usara para su fabricación. En este papel se escribía por una sola cara.

 

¿Esta célebre piedra os sonará, verdad? Así es, se trata de la Piedra Rosetta. Una recreación de esta, claro, la original se encuentra en el Museo Británico en Londres. Nos hallamos ante un objeto único, pues en la superficie relativamente pequeña de esta piedra se encuentra el mismo texto egipcio traducido en tres idiomas distintos: el original en jeroglíficos, en escritura demótica y en griego antiguo. Gracias a este hallazgo arqueológico hemos sido capaces de descifrar el lenguaje escrito de los jeroglíficos, con la ayuda de la traducción comparada entre los tres idiomas. ¡Podríamos hablar de una especie de Traductor de Google de la era antigua!

 

Aprendamos ahora cómo se fabricaba el papiro. Imaginaos que estamos en un programa de cocina. Lo primero que necesitamos es la planta de papiro. Una mañana nos acercamos a orillas del Nilo donde tenemos nuestra plantación de este tallo tan especial. Cortaremos unos cuantos y nos los llevaremos al taller. Una vez allí lo cortaremos en finísimas láminas para a continuación entrelazarlas horizontal y verticalmente como una malla. Estas mallas serán martilleadas con cuidado para impregnarlas entre sí y conseguir un papel más grueso. Para terminar lijaremos la superficie y la hidrataremos con resinas y aceites especiales. Ya solo quedaría enrollarlo adecuadamente y ¡ya está! tenemos nuestro rollo de papiro casero. ¿Es apasionante la tecnología humana verdad?

 

Mirad, en esta estela tartésica podemos ver cómo era la escritura paleo-ibérica, cuya traducción hemos sido incapaces de deducir. Bueno, de momento.

 

Y ¿a quién tenemos aquí? Efectivamente es el famoso Escriba Sentado, una de las estatuas más representativas de la escultura del Imperio Antiguo de Egipto, y una de las más famosas y bien conservadas de toda la civilización egipcia. De nuevo, se trata de una impecable recreación ya que tendríamos que viajar a París para ver el original, en el Museo del Louvre. La imagen representa naturalmente, a un escriba, aquellos empleados del imperio cuya labor era escribir y copiar los textos más importantes, la mayoría de carácter religioso, razón por la cual se conocían sus textos como “escrituras para los dioses”.

¿Sabías que el primer código jurídico de la historia pertenece a la era mesopotámica?

Te contaré en secreto algunas curiosidades sobre esta era de la escritura.

 

Así es, el conocido Código de Hammurabi, datado en 1692 a.c. estaba tallado en escritura cuneiforme, la cual ya conoces. Además se representaba gráficamente al monarca, Hammurabi  de pie frente al dios Shamash, quien según la mitología babilónica entregó en mano estas leyes de origen divino al rey. Estoy seguro que os suena este código por el nombre de la Ley del Talión, más comúnmente conocido por el lema “Ojo por ojo y diente por diente”. Aunque esta era solo una de las 282 leyes que proponía el imperio de Hammurabi y que fueron talladas en esta gran estela de basalto de 2,25 metros de altura. Todo un hito de la historia de las leyes y de la escritura.

 

¿Sabías que la Epopeya de Gilgamesh es el primer poema épico de la historia que se conserva?

Escrito hacia el 2.500 a.C y formado por 3500 versos narra la aventura del rey semi-mítico Gilgamesh y su búsqueda de la inmortalidad. Este héroe viajará al inframundo en busca de la planta que concede la eterna juventud pero al volver con ella una serpiente se la arrebata perdiéndola para siempre. Sin embargo, la moraleja de este cuento, el más antiguo probablemente de la humanidad, es que es ínutil aspirar a la inmortalidad cuando lo verdaderamente importante es la vida que tenemos todos los días y el saber disfrutarla.

 

¿Sabías que el libro de los muertos es un texto jeroglífico fundamental de la escritura egipcia?

Pertenece al 1550 y se considera el primer libro editado de la historia. En él se explican fórmulas mágicas para ayudar al difunto en su viaje a la otra vida.

Museo de la Escritura: del rollo al códice, la Edad Media

Avanzamos a grandes pasos en este viaje por el tiempo y la historia. Nos encontramos ahora en la Edad Media, cuando se dio uno de los grandes hitos en la evolución tecnológica de la escritura, hablamos del paso del rollo de papiro al pergamino o códice. Este último se creaba a partir de piel de animales criados en los monasterios donde se fabricaban. Principalmente se usaba piel de ternero, cordero y chivo.

En estos monasterios se cultivaba el noble arte de la caligrafía y la ilustración. Las tintas que se usaban se elaboraban mezclando minerales, carbón vegetal, agua y goma arábica; obteniendo unos colores vivos y con los que realizaban estas obras de arte. En la edad media, el monasterio pasa a ser la cuna de la transmisión de la cultura.

 

¿Queréis saber cómo se elaboraban estos pergaminos? Atended bien. Primero se obtenía la piel del animal y esta se sumergía en un baño de agua con cal durante diez días y diez noches. Posteriormente se raspaba esta piel para eliminar las impurezas y se colocaba en un bastidor para secarla y tensarla. Una vez seca se cortaba en pequeñas partes que ya constituían las páginas propias del códice sobre las que podían empezar a escribir. Los códices más preciados se guardaban en estuches de cuero.

Fijáos, en el centro de la sala podemos encontrar un scriptorium, donde los escribas pasaban la mayoría de su tiempo trabajando a menudo, al aire libre.

¿Sabías que el Collar de la Paloma se considera el libro más bello sobre el amor en lengua árabe?

Data del 1023 d.C correspondiendo al período de dominación musulmana en toda la región que correspondía a Al-Andalus. Entonces la mayoría de los andalusíes sabían leer y escribir, por lo que los escritos que se conservan de esta época son abundantes. De hecho este libro fue uno de los escritos que se salvaron tras la quema de libros profanos para el Islam y ha sido traducido a la mayor parte de lenguas europeas.

 

¿Sabías que las cántigas de Santa María forman parte de un cancionero medieval en honor a la Virgen María ilustrado con 40 miniaturas?

Sus pinturas de alta calidad fueron elaboradas para ser expuestas. Se considera un libro cortesano, que es como se nombra a aquellas escrituras realizadas por los copistas que estaban a servicio del rey. Esta obra pertenece al reinado del ilustre Alfonso X “El sabio”.

Museo de la Escritura del códice al libro impreso

Como sabréis, probablemente el hito más relevante en la historia de la escritura fue la invención de la imprenta. La inventó el alemán Johannes Gutemberg basándose en el mecanismo de una presa para hacer vino. Se utilizaban punzones de acero y se fundían los metales por medio de matrices. Gutenberg comienza a fabricar papel a partir de fibra de lino que al macerarla, prensarla y lavarla se le añadía almidón y agua para obtener la pasta de papel. También fue importante para este avance el espesado de la tinta que se extendía con almohadillas de cuero por el papel. Respecto a las letras, llamadas tipos, se hacían con madera y metal. Estos se colocaban del revés ya que funcionaban como un negativo cuya posterior impresión se vería correctamente. Para conseguir esto usaban un espejo para poder colocar los tipos de manera adecuada. Sin duda, un invento que cambió la Historia para siempre.

¿Sabías que en el S.XVI aparecen los primeros impresores y editores?

El desarrollo de la imprenta generó una gran producción de libros. Aldo Manuzio fue uno de los impresores más importantes del renacimiento italiano. Editó los primeros libros en formato bolsillo que se caracterizaban por la pureza de sus textos y por la calidad del papel que utilizaban. Tenían hasta su propio sello que grababa en sus publicaciones y servía como certificado de un buen libro.

 

¿Sabías que entre los siglos XVII y XVIII se publicó la obra más relevante de la literatura universal?

Así es, hablamos de El Quijote. Se considera la primera novela moderna y trata de desmitificar la tradición caballeresca. Es el libro más leído después de la Biblia, traducido a 48 idiomas y este alcance está también vinculado al desarrollo de la imprenta de Gutemberg.

 

¿Sabías que Antonio de Nebrija fue el primer autor que reclamó los derechos de autor en España y el mundo occidental por su diccionario latino y de gramática publicado en 1494?

El centro de esta sala

En el centro de esta sala podéis encontrar un modelo de la imprenta y el Sinodal de Aguilafuente que fue el primer libro impreso en España y en español en 1472.

Museo de la Escritura: del libro impreso al libro digital

La historia avanza y con ella la tecnología. La imprenta evoluciona año tras año y con ella se publican libros y revistas. A su vez las máquinas rotativas permiten la impresión simultánea de texto e ilustración. Un poco más adelante se inventan las plumas estilográficas y la máquina de escribir.

¿Sabías qué en el S.XIX Lászo Moholy, pionero del diseño gráfico, revoluciona el arte tipográfico y crea un nuevo lenguaje?

Este se centra en lo importante del mensaje e inventa el juego tipográfico de letras.

 

¿Sabías qué Atanasoff Berry Computer (ABC) fue la primera computadora electrónica y digital automática que se usó con números y letras en 1942?

 

¿Sabías cuáles son los escritores españoles que recibieron el premio Nobel de literatura?

José Echegaray, Jacinto Benavente, Juan Ramón Jiménez, Vicente Alexandre y Camilo José Cela.

Museo de la Escritura: Antigua escuela

Esta sala está consagrada a la memoria de la antigua escuela que fue un día este edificio. Todo lo que vemos en los expositores son donaciones de antiguos alumnos de la escuela. Podemos ver la reproducción del escudo de la República. En la puerta por donde entraban los niños el escudo de los niños (escuela nacional graduada de niños) y en la puerta por donde entraban las niñas el de las niñas (escuela nacional de niñas).

El aula a lo largo de la Historia

El espacio esencial donde tiene lugar la enseñanza es por supuesto el aula. Esta misma habitación fue una hace muchos años y todos hemos pasado por varias a lo largo de nuestra vida estudiantil. Este espacio tan importante ha cambiado mucho desde los orígenes de la cultura hasta nuestros días. A lo largo de esta pared se pueden ver recreaciones de como ha evolucionado con cada civilización. ¿Le echamos un vistazo?

 

En la antigua Mesopotamia la enseñanza de la escritura se realizaba en escuelas llamadas Casas de las Tablillas. Estas escuelas eran rectangulares con varias filas de bancos donde se sentaban hasta cuatro alumnos. Las escuelas tenían una especie de maestro de dibujo que se encargaba de enseñar los trazos de la escritura, un segundo maestro que les enseñaba la gramática y un encargado de inculcar la disciplina con el uso de un látigo. Por suerte ahora usamos el poder de la educación en vez del dolor.

 

En el antiguo Egipto las escuelas pasan a llamarse Casas de Instrucción. Aquellas personas que no tenían conocimientos pasaban a llamarse esclavos ya que la educación tenía mucha importancia. El maestro de la escuela era el escriba el cual era el encargado de impartir las seis materias que existían: religión, música, lenguaje, higiene, astronomía y escritura. Se acudía a la escuela a la edad de 6 años. Al terminar el ciclo educativo podían presentarse a un examen, que de superarlo les permitía acceder a la Escuela de los Escribas donde se formaban para ser funcionarios del Faraón.

 

En la antigua Roma los niños acuden a los Ludus Literarius, escuelas donde se impartía la enseñanza primaria. El encargado era el ludi magister que se ocupaba de enseñar las primeras letras y números. A partir de los 7 años el padre era el encargado de la instrucción de sus hijos. En la escuela los niños aprendían a contar, realizar cuentas y memorizar los números con ayuda de un ábaco o tablero de cuentas.También se utilizaban esferas,figuras geométricas y mapas para enseñar matemáticas y geografía. Para escribir se utilizaban tablillas enceradas y para leer pequeñas placas de mármol que reproducían pasajes de antiguas obras históricas.

 

En la Edad Media el aprendizaje se realizaba en las llamadas Escuelas Urbanas o de pueblos, donde los niños aprendían a leer, escribir y contar. La enseñanza era gratuita para que hasta los  más pobres pudieran acceder a ella, la educación estaba reservada sólo para los varones. El maestro era normalmente un monje o clérigo. Desde el s. XII se fueron estableciendo escuelas en las principales ciudades y pueblos bajo la vigilancia de las autoridades locales. El estudio se llevaba a cabo de memoria debido al elevado precio del papel.

 

En la Edad Moderna la educación era deficiente y costosa, hasta los 6 años los niños vivían en el ambiente familiar. Entre los 6 y 14 años los niños aprendían a leer y escribir en su lengua materna, a hacer operaciones simples y a memorizar. Las escuelas podían llegar a tener entre 50 y 150 alumnos, solía haber un maestro y dos asistentes, por lo que la atención individual era mínima. Estas costaban dinero y el curso académico duraba 11 meses, por lo que pocas familias se podían permitir mandar a sus hijos a la escuela. Existían los alumnos llamados “de limosna” que podían acudir a la escuela sin que sus padres tuvieran que pagar.

 

En el denominado el Siglo de las Luces (Ilustración) se recalca la importancia de la educación escolar para el desarrollo de las sociedades. No es hasta el reinado de Carlos III cuando se toma conciencia del problema pedagógico como consecuencia del gran analfabetismo que había en el pueblo. Constituyó la enseñanza promovida por el estado aunque aquella impartida por autoridades religiosas contaba con un profesor más preparado y con mayor implantación.

 

En la mitad del s. XIX, los escolapios, los maestros del Movimiento de San Ildefonso, escuelas reales y maestros renovadores, darán el aprendizaje de la lectura y escritura en un concepto más avanzado. A finales del s. XIX se introduce la metodología mediante la cual liberando al niño del tedio y la rutina, lo forman integrando el juego, convirtiéndose esencial para la educación de los sentidos en el aprendizaje de la lectura.

José Manuel Lara Hernández

Esta sala está dedicada a José Manuel Lara Hernández nacido en 1914 y quien falleció en 2.003. Fue un editor español y fundador de la prestigiosa Editorial Planeta. Recibió el título nobiliario de marqués del Pedroso de Lara en 1994.

Galería de los premios Planeta

En este pasillo podemos encontrar la galería de los premios Planeta. Aquí se guarda la memoria de todos los libros, autoras y autores que han recibido el honor de ser galardonados con este importante premio de nuestras letras. El premio planeta es otorgado el día 15 de Octubre, que es el día de Santa Teresa en homenaje a la mujer de José Manuel Lara, María Teresa Bosh.